martes, 10 de enero de 2012

La piel que habito


La piel que habito (España, 2011) Suspenso dramático de terror dirigido por Pedro Almodóvar, escrito en colaboración con Agustín Almodóvar.

A veces cuando nos referimos a algo que nos costó mucho decimos que ‘nos dejamos la piel en ello’. Esta frase sería la sinopsis perfecta de ésta película sin temer hacerles un spoiler. Porque la verdad es un reto muy grande escribir sobre un film que plantea una historia aterradora que pone ‘la piel de gallina’.

Es una historia de sufrimientos, venganza, obsesión, deseo y de supervivencia. La verdadera supervivencia, inspiradora, la supervivencia de la esencia, del YO, más allá de la identidad.

No recomiendo leer ninguna sinopsis de esta película antes de verla. Ya suficiente que sepan que Antonio Banderas es un cirujano plástico, de allí en adelante no lean nada. Vean la película y luego lean las reseñas, comparen puntos de vista y listo.

Los Almodóvar logran contar oootra extravagante y fascinante historia a través de varios tipos y géneros de transgresión, de la tragedia, los remordimientos y los recuerdos de tres personajes, creando unas maravillosas elipses narrativas. La dirección visual posee una fría belleza aséptica que sabe volverse terrible en los momentos adecuados. Todo junto da como resultado un producto gótico, perturbador y a la vez moderno y contemporáneo.

Sin embargo, no sé por qué creo que el buen Dr. Roberto Ledgard, a falta de mejor guión, no se deja ver en todo el esplender de su depravación, le falta gore, pa´ que la gente entienda, que este señor está jodidamente loco. Demasiada belleza oculta un horror espantoso.

Los personajes no son lo suficientemente creíbles como para hacer la mejor película del 2011. El antagonismo es muy flojo. El villano nunca muestra por sí mismo motivaciones para hacer lo que hace, recuerde usted que nos enteramos de sus penas es a través de un tercero o de un sueño, no del villano. Por su parte, la victima es lo peor del guión: nunca se quiebra y por más superviviente nato que sea, así sea en el último minuto del film tiene que mostrar algún tipo de daño emocional y no lo hace, de hecho tiene un final demasiado feliz para consecuencias terriblemente irreversibles. Lo que nos deja con una historia, una anécdota, un film olvidable.  

¿Por qué ver este film? No te la puedes perder, te guste o no al final, te dará mucho de qué hablar a una hora que no sea la de la comida.

Dato curioso: La piel que habito está inspirada en la novela Tarántula, escrita en 1984 por Thierry Jonquet.

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