50/50 (USA, 2011)
Dramedia -no se dejen engañar ese género es una trampa mortal para tenerte dos
horas llorando- dirigido por Jonathan Levine y escrita por Jonathan Levine. Los
conocen en su casa.
50/50 está Protagonizada
por Joseph Gordon-Levitt, Seth Rogen, Anna Kendrick, Bryce Dallas Howard y Anjelica
Huston.
Gordon-Levitt parece que nació para este tipo de papeles de
chico sufridón al que su novia maltrata sin contemplaciones, a no perdón de eso
es lo que va 500 días con ella. Pero sí, el chico goza de ese toque que inspira
lástima incluso cuando hace de hacker onírico como en Inception.
Odio a Seth Rogen, hace el mismo papel de vago patán
tiernito de siempre. Estoy harta de él.
Por otra parte tenemos a Anna Kendrick y Bryce Dallas Howard
como heroína y villana respectivamente. Una encarna al tipo de novia oportunista
que se nutre de la cualidad abusable del novio, mientras la otra representa la
oportunidad de una vida sana, equitativa y correspondida.
¿Recuerdan a la chica que destacó con brillo propio en Up in
the Air? Quien para mí fue lo único bueno de
50/50.
Anna Kendrick es ese
amor sincero que merece el protagonista. Y la otra es tan mala, tan mal, tan
mala que es Hilly Holbrook en The Help, pa´que vean que sí es bien mala.
El único problema es que al protagonista de 50/50, como si él ya no
diera bastante lástima, le diagnostican un cáncer horrible rarísimo y con una
tasa de sobrevivencia del 50%.
Aunque no disfruté
50/50 –los dramedia me resultan muy
antipáticos, es como si no se decidieran a hacer un drama duro y crudo y entonces
meten muchos alivios cómicos– me agrada el tema del cáncer como argumento; del
cáncer en una persona sana de 27 años hasta parece una película educativa
acerca de cierta realidad en la vida a la que todos estamos expuestos sin importar qué tan bueno hábitos tengamos: nuestra
menesterosidad. Somos unos bichos bien frágiles incluso estando sanos.
¿Por qué ver
50/50? Porque una comedia que parte del
argumento del cáncer es un gran riesgo y sin embargo no cae en los clichés
cebolleros ni coquetea con un humor grotesco, y a mi parecer de hecho atraviesa
con mucha clase y dignidad el asunto. Ni muy muy, ni tan tan, ni demasiado
drama, ni mucha comedia es 50/50.
Dato Curioso: Will Reiser escribió el guió de 50/50 sobre su
propia experiencia desde que se le diagnosticó esta enfermedad a los
veinticinco años de edad. ¡Aplausos para Reiser por seguir vivo!
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