Hanna (USA, Reino Unido, Alemania, 2011) un road movie, thriller
de espías y acción dirigida por Joe Wright a quienes pueden ubicar por Orgullo
y Prejuicio, escrita a tres manos, basada en la historia de Seth Lochhead.
Protagonizada por Saoirse Ronan, Cate Blanchett y Eric Bana
en los principales.
Hanna es una apuesta distinta, no tradicional, en el género
de acción. Se trata del pichón que resultaría entre la Femme Nikkitta y Bourne,
una güerita muy letal.
Como ya deben saber por las sinopsis, se trata de una niña
criada para matar, y como si fuese una espía tiene asignada una única misión
para la que se siente perfectamente preparada a eso de los… 15-16 años.
Ya saben Sweet Sixteen: papi estoy lista para auromática con
silenciador. Recordándonos a esas letales Cute Little Girls: Mathilda, O-Ren
Ishii, Hayley Stark, Hit Girl AKA Mindy Macready, que siempre son referenciadas
a La Caperucita Roja encabronada y en esteroides con sed de venganza y ganas de
una capa de piel de lobo. Lo que es un arquetipo, no? Difícil de sacudir,
imposible de reinventar.
‘Érase una vez una niña muy especial que vivía en el bosque
con su padre…’ La dirección es una cosa fantástica, trepidante y elegante,
valga la cacofonía. Se agradece que el drama, necesario para desatar los
acontecimientos, está totalmente controlado. Hanna es prácticamente un animal,
puesto que fue privada de una vida ‘normal’, por su aislamiento no sabe
absolutamente nada sobre el mundo, la tecnología, relaciones emocionales, sin
descontar aseo personal y fashion… pobre niña necesita un extreme make over.
Y es precisamente en la sorpresa de Hanna ante el mundo,
quien se cree capacitada para sobrevir en extremas situaciones, que radica la
belleza de la historia: su pureza e ingenuidad.
Como ya lo han dicho de perlas cito a Las horas perdidas: ‘El
resultado es una película tensa, inquietante, a ratos cruda y a ratos poética
e inocente, que sin duda es una de las revisiones más estimulantes que se han
hecho de los cuentos clásicos y con la que Joe Wright demuestra una vez más que
es un director técnica y estéticamente muy talentoso y con un mundo
cinematográfico mucho más amplio y versátil del que podíamos esperar tras su
trabajo en películas de época.’
¿Por qué
ver esta pelicula? Porque es un film de acción implacable, duro y seco –como deben
ser las pelis de acción– de esos que ponen a hervir la testoterona y adrenalina
de cualquiera, que sin edulcurantes aborda la fuerza femenina, sobre el eterno
problema que es para todos el asunto de constituirnos una identidad (¿quién
soy?) y que para mejor tiene una fotografía excepcional sobre unos escenarios
de sueño, que resultan en una fusión de imágenes de lo sensible, de acción y
hasta de ciencia ficción.
Dato curioso: La canción
que tararea varias veces Tom Hollander es The Devil Is in the Details, de The
Chemical Brothers, autores de la banda sonora.
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